crítica

Sitges'14 - Reseñas A-M

Sitges'14 - Reseñas A-M

Director

Javier Rueda

Intérpretes

A girl walks home alone at night, Alleluia, Cold in July, Colt 45, Goodnight Mommy, How I live now, I Origins, Magical Girl, Maps to the stars, Musarañas

País

España

Género

Reseñas

Por Javier Rueda



· "A girl walks home alone at night", de Ana Lily Amirpour

Sin ser ni mucho menos redonda, es una de aquellas películas que solo pueden ser vistas en festivales y que justifican con su presencia la existencia de estos. Tremendamente desequilibrada a nivel de ritmo y estructura de guión, con numerosos conceptos interesantes pero poco desarrollados, no se le puede negar su hipnótica propuesta formal, en un trabajado blanco y negro que ayuda a sumirnos en una atmósfera tan particular como cautivadora. Una comedida y aburguesada extravagancia que ofrece una recompensa sensorial a los que consigan entrar en su ciertamente caprichoso juego seudo referencial.


· "Alleluia", de Fabrice Du Welz

La particular aproximación de este talentoso director belga a los "asesinos de la luna de miel", quienes ya fueron inmortalizados en cine por Leonard Kastle (Los asesinos de la luna de miel, 1970) y Arturo Ripstein (Profundo carmesí, 1996). En ella, Du Welz demuestra estar más cómodo con el género de terror que con el policiaco de su coetánea "Colt 45", volviendo a retratar la sordidez como ya hiciera en "Calvaire" (2004) pero añadiendo la capacidad para generar momentos de gran fuerza visual que ya demostró en "Vinyan" (2008). Así pues, estamos ante una película de autor mucho más interesada en la forma que en el fondo, con un sensacional trabajo de direccón de fotografía a cargo de Manuel Dacosse, mas cabe decir que este retrato de actividades criminales de una pareja de amantes perturbados no sería lo mismo sin la maravillosa interpretación de Lola Dueñas, quien se desnuda literalmente ante la cámara para crear un personaje lleno de fuerza y que hace creíble la hipérbole.


· "Cold in July", de Jim Mickle

Peliculón, una de las mejores plasmaciones de novela negra americana que se han hecho en la historia del cine. Redonda en todos sus aspectos, invito a todos a acudir en masa a verla, pues será sin duda un impacto para todo cinéfilo que se precie. De dirección excelsa en su milimetrada puesta en escena, son muchos los aspectos por los que también merece ser destacada: una dirección de fotografía que abruma en su a ratos sobria y a ratos eléctrica propuesta formal; una soberbia dirección de actores que se aprovecha de un casting inolvidable (Sam Shepard, Don Johnson, Michael C. Hall); un guión que bebe como nadie de los clásicos del género para ofrecer un relato tan complejo en calado como simple en desarrollo... todo ello al servicio de una historia purista de género, sin complejos ni coartadas, plenamente consciente de la genialidad de lo que ofrece. Sin duda la primera gran obra maestra de su director.


· "Colt 45", de Fabrice Du Welz

Un decepcionante polar de este director, quien demuestra no sentirse demasiado cómodo a la hora de trabajar un género delimitado por las reglas establecidas por los clásicos precedentes. El director belga fracasa al intentar fusionar la intriga policiaca con el prototípico thriller de acción, a lo que contribuye un guión de trama muy pobre que para más inri ofrece un personaje protagonista de todo menos empático, interpretado además por un actor (Ymanol Perset) que no da la talla. Así pues, demasiados "peros" para una producción que por concepción no podía aspirar a ser mucho más que un buen entretenimiento y que, por desgracia, no consigue más que aburrir por momentos. Y eso que en su recta final promete acción a raudales y en cierta manera lo ofrece, pero a la postre todo queda en un coitus interruptus, en un alargado espejismo cuyo epílogo no hace más que acabar de hundir lo que ya naufragaba desde mucho antes. Sin duda, la peor película de Du Welz.


· "Goodnight Mommy", de Severin Fiala y Veronika Franz

Aproximación pretendidamente Hanekiana a una historia muy del estilo de "El otro" (Robert Mulligan, 1972) en donde dos hermanos deberán hacer frente al regreso al hogar de su madre, a la que perciben muy cambiada. Con una fotografía cuidada y una puesta en escena que por lo general saca partido a las situaciones planteadas, si algo se le puede echar en cara es su fallida pretensión de construir un drama sicológico y medianamente realista partiendo desde lo que son claras premisas de género fantástico. En ese sentido, con sus dos principales giros argumentales avanzados ya desde los primeros compases del film, el conjunto acaba defraudando (y aburriendo por momentos) al no ofrecer ningún aliciente a su simple trama principal, quedándose además a medias en una recta final en la que irrumpe tímidamente el componente de terror.


· "How I live now", de Kevin Macdonal

Enésima aproximación al apocalipsis, esta vez el post-nuclear, pero contado desde el prisma de una odiosa y egoísta adolescente americana que decide sobrevivir a todo con tal de reencontrarse con su príncipe azul británico. Edulcorada, subrayada, mal actuada y tremendamente naif, este explotation de mediocridades del tipo "Crepúsculo", (por suerte) no pasará a la historia por el hecho de contruir un happy ending a lo Disney después de haber matado a la mitad de la población del Reino Unido, algo muy propio del egoísmo individualista que fomenta el sistema de valores capitalista con el que algunas majors -con la connivencia de algunos directores- se empeñan en bombardear a nuestros adolescentes. Lamentable.


· "I Origins", de Mike Cahill

Del director de la también excelente "Another Earth" (2011), se erige como una buena muestra de cine independiente sensible y sin vergüenzas a la hora de plantear ciencia ficción reflexiva y mínimamente trascendente. En ella destaca ante todo un muy buen planteamiento de una cuestión tan filosofica como la dicotomía entre fe/religión y lógica/ciencia, desarrollada de manera que sea accesible para un público no necesariamente acostumbrado a este tipo de propuestas. Claro que querer llegar a un público generalista genera algunos problemas, como por ejemplo saltarse ciertas reglas necesarias para asegurar el rigor de tan elevado discurso, cosa que si bien puede molestar -y con razón- a puristas del pensamiento filosófico no es menos cierto que se sobrelleva gracias al buen hacer del director a la hora de suplirlo con una emocionante carga dramática.

Otro acierto es la dirección de actores, sin duda marca de la casa del autor, en donde el elenco protagonista brilla con luz propia, en especial Michael Pitt, sobre cuyas espaldas recae todo el peso de la película. Cahill lo sabe y le saca todo el jugo posible, plasmando con sutil ambigüedad el proceso sicológico que lleva a un científico el plantearse la fe como salida al gran trauma de su vida, con el proceso de negación/aceptación que ello conlleva. Es por ello que, aunque durante el film se perdona a Cahill el poso new age con el que impregna el relato, duele sobremanera la manera en que decide resolver la historia en los últimos minutos de metraje, posicionándose claramente y de manera tendenciosa cuando lo más honesto e inteligente hubiera sido ofrecer al espectador la oportunidad de decidir por su propia cuenta. Así pues, a la postre, el discurso de la película se resiente, pero ello no nos ha de hacer desmerecer las muchas virtudes que atesora a lo largo de su desarrollo.


· "Magical Girl", de Carlos Vermut

Uno de los platos fuertes de este año, la gran triunfadora del pasado festival de San Sebastian. Y es que todo alago que pueda dedicársele es merecido: rigurosa puesta en escena, reparto muy bien elegido, discurso claro y contundente, thriller bien medido... Vermut se reivindica como un autor y sin duda ofrece un soplo de aire fresco dentro de la cinematografía de este país. Con numerosas referencias al mundo del cómic y en general a la cultura asiática, uno no puede más que quitarse el sombrero ante la pericia con la que el director calza subtexto dentro de un relato que podriamos denominar como thriller costumbrista. Una de las películas del año.


· "Maps to the stars", de David Cronenberg

Película que forma un imprescindible díptico con su anterior "Cosmopolis" (2012) a la hora de radiografíar la posmodernidad en la sociedad occidental. Menos críptica que la anterior a la hora de plantear un discurso de confrontación directa, sus principales armas son la comedia cínica y una continua y premeditada utilización de referencias metalinguísticas. Con ello, plasma la banalidad de valores y relaciones de sus personajes, todos ellos prototipos de un ecosistema hollywoodiense en el que el peso de sus fantasmas es perceptible en todo momento. Es por ello que no es dificil apreciar en diversos momentos la presencia de alusiones a la obra de la escritora V.C. Andrews (Flores en el ático, 1979), gracias sobre todo al trabajo que el también novelista Bruce Wagner hace a la hora de plasmar en clave sociológica las intrigas y el terror gótico subyacente en cualquier núcleo social.

Como no podía ser de otra manera, destaca también por la habitualmente excelsa dirección de actores del director canadiense, en donde John Cusack y Julianne Moore brillan con luz propia al ofrecer un verdadero recital interpretativo. También por su puesta en escena, pues no solo la fotografía propone una descarnada estética digital que recuerda por momentos los postulados filo-estilísticos de Michael Mann, sino que Cronenberg plantea también una rigurosa planificación en donde la cámará está siempre donde debe estar, sin estridencias, haciendo parecer fácil lo que es tremendamente complicado. En definitiva, un film que en su aparente simplicidad cargada de simbolismos encierra muchos y buenos tesoros.


· "Musarañas", de Juanfer Andrés y Esteban Roel

Una pequeña sorpresa dentro de producción española de este año. A medio camino entre "El Seductor" (Don Siegel, 1971) y "Una vela para el diablo" (Eugenio Martin, 1973), su fuerte componente cómica "spanish gothic esperpentum" consigue hacer plenamente disfrutable una historia que en realidad se podría resumir en apenas dos líneas. A ello contribuye la genial interpretación de Macarena Gómez, quien se siente como pez en el agua interpretando el papel de una (a priori) reprimida religiosa cuya misión es salvaguardar la decencia de su hermana menor, afrontando al mismo tiempo la tentación derivada de acoger a un Hugo Silva necesitado de un sitio donde ocultarse. Así pues, poco más que pedir a un mero entrenimiento que, por mucho que resulte simplón, triunfa en la dificil tarea de arrancar más de una risa al espectador, haciendo de la falta de sutilidad uno de sus puntos fuertes. En definitiva, cine de entretenimiento muy recomendable y sobre todo por encima de las espectativas.

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