Cauã Reymond, Caroline Abras, João Miguel
Hay ocasiones en las que una película pequeña en un festival pequeño te
sorprende tanto que no puedes más que sentirte reconciliado con el cine
contemporáneo. Uno siente que si puede contar con los dedos de una mano
las obras maestras estrenadas este año es sólo por el mal ojo de las
distribuidoras: todavía hay mucho talento por explotar. Pero pasemos a
la película.
"Si nada más sale bien" viene a ser un Banda aparte o un Jules y Jim de
nuestra época, compartiendo sus tres personajes carismáticos, el amor
como auténtico centro de una trama muy dinámica y el afán vanguardista.
El espectador entra en el film algo despistado, teniendo que seguir a
una presentación de personajes formalmente espectacular, con un ritmo
agotador. Pero atravesadas las dificultades iniciales, uno llega a un
auténtico oasis, una obra alegre y hermosa como pocas en esta década.
Poco nos importan ya las aventuras de los personajes, más allá de la
manera en la que estas cambian las relaciones entre ellos; así, podemos
permitirnos perdonar algún giro de guión que en otra situación nos
parecería completamente injustificado. Formalmente, el film estaría
entre el Kar-Wai de Chungking Express o Happy Together, pero mucho
menos coloreado y más centrado en la figura humana, el Godard de Al
final de la escapada y la ya citada Banda aparte y algo de Michael
Mann. Sin embargo, el momento más sorprendente del film difícilmente
puede relacionarse con otro autor: una conversación rodada cámara en
mano, toda en primeros planos y con mucho movimiento.
En definitiva,
una película que por sí sola ya justifica todo un festival.