Articulo

Crónica de L’Alternativa 2016

Crónica de L’Alternativa 2016

Repasamos nuestra andadura en este festival que tanto nos gusta por su apuesta por un cine independiente, comprometido y artístico.

Por Laura Comellas

La 23ª edición del Festival de Cine Independiente de Barcelona cerró sus puertas el domingo 20 de noviembre, a pesar de que, como ya mencionamos con antelación, la Filmoteca de Catalunya continúe con la retrospectiva dedicada al cineasta francés Maurice Pialat hasta el 17 de diciembre.

Atrás quedó toda una semana destinada al cine más experimental que no suele encontrar espacio en los grandes medios. Mesas redondas, talleres, conferencias y numerosos actos paralelos acompañaron a las 150 obras que se proyectaron en el CCCB, la Filmoteca de Catalunya, el Instituto Francés y los cines Zumzeig Cinecooperativa.

Así pues, aprovechamos esta crónica para detallar todo lo que vivimos allí y rememorar algunas de las producciones que se pudieron ver en el Festival.

La sección de cortometrajes del festival siemprepresenta obras de lo mñás interesante, y este año no podía ser menos. Entre los que pudimos disfrutar, se encontraba la india "Events in a Cloud Chambern" (Acontecimientos en un cámara de nubes; Ashim Ahluwalia, 2016), una reconciliación personal con la historia del arte. Centrada en la reconstrucción de uno de los pocos filmes experimentales de la India, una obra que desapareció misteriosamente y de la cual, hasta ahora, solo teníamos el vago vestigio del testimonio de su propio creador Akbar Padamsee, uno de los pioneros de la pintura moderna india, deudor del padre del surrealismo Andre Breton.

Cuatro décadas han tenido que pasar desde que se perdiera el original de 16mm y sus copias, para que el director Ashim Ahluwalia haya colaborado junto al octagenario pintor con la finalidad de devolver a la vida su filme. Seleccionada en el Festival de Venecia, la película recoge el testimonio del artista, que a modo de epitafio, narra con melancolía el fantasma de un pasado muy lejano. Un collage de imágenes de archivo, confesiones del propio Padamsee, videos caseros del abuelo del director, y escenas del cortometraje "Syzygy", que capturan con melancolía un "tranche de vie" en extinción.

"Eden’s Edge (Three shorts on the Californian Desert)", de Gerhard Treml y Leo Calice es un tríptico bellísimo que se centra en el estudio del paisaje para narrar tres historias que se esconden tras de él. Todo un descubrimiento sobrio de la poética de la imagen aérea casi estática, que forma una pintura milimalista y poco saturada del desierto norteamericano. Como telón de fondo, la voz en off de tres personajes que cuentan su historia y que enmarcan a la auténtica protagonista: la imagen. Ello no es de extrañar dado que Gerhard Tremlis es un artista centrado en la escritura, el dibujo, la fotografía y la instalación; y Leo Calice se formó como paisajista. Ambos forman parte de ONLSD (Office for Narrative Landscape Design). Y este ha sido su primer trabajo conjunto. Esperemos que no sea el último.

Por su parte, el cortometraje "Balada de um Batráquio" (Leonor Teles) es una producción portuguesa rodada en Super 8 que inicia con una fábula tradicional sobre una rana. Este inicio se rompe con una serie de imágenes que convierten en alegoría el cuento inicial y denuncian un acto de racismo generalizado hacia la comunidad romaní en Portugal. Según la tradición, se colocan ranas de cerámica en las puertas de los establecimientos como proteción contra los gitanos. Una humilde producción de aspecto naíf y descuidado pero con una profundidad soterrada que resulta certera. 

La ganadora del Premio del Público fue "Notes from Sometime, Later, Maybe", de los directores barceloneses Roger Gómez y Dani Resines, una emotiva historia sobre el paso del tiempo y la pasión por el cine. Sus creadores viajan a Dakota del Sur para reencontrarse con los escasos testimonios vivos que quedan en Britton del proyecto de Ivan Besse, un apasionado del cine que allá por el año 1939 decidió retratar a sus conciudadanos cámara en mano, para luego proyectar las películas en el cine de la ciudad y hacer de su pasión un acto comunitario. La historia de cómo el cine amateur durante la Gran Depresión unió a una pequeña comunidad ya extinta. Ochenta años después, poco queda de todo ello. Los testigos vivos, orgullosos de haber formado parte de la historia, rememoran el pasado y recuerdan a sus amigos ya fallecidos, haciéndonos partícipes de la fugacidad de la vida, como advirtiéndo al espectador del devenir. Sin duda, una enternecedora historia.

Por último, dentro de los cortometrajes a mencionar, destaca "The Return of Erkin", de la realizadora rusa Maria Guskova, en donde se relata la historia de Erkin, un expresidiario que vuelve a casa después de haber sufrido condena. A pesar de su reciente libertad, su vida depende de su entorno, y el crimen que cometió deviene un punto de inflexión en su malograda vida. Guskova crea una historia austera, árida, llena de silencios, que se cocina a fuego lento y que se queda corta, dejando la extraña sensación de que ha faltado metaje por desarrollar. 

Centrándonos ya en los los largometrajes que pudimos ver, empezamos con "Paula", ópera prima del realizador Eugenio Canevari, quien consigue elaborar un excelente trabajo con muy pocos medios: con tan solo 2000 euros de presupuesto, y con la ayuda de su familia y voluntarios que ejercieron como actores, Canevari ha logrado sacar adelante un trabajo de lo más meritorio, que demuestra que no es necesario disponer de grandes recursos para cumplir el sueño de hacer una buena película.

Rodada en tan solo 15 días en la casa de campo de la familia, "Paula" narra la historia de una joven niñera que cuida a los hijos de una familia burguesa que se dedica a la producción de soja en Buenos Aires. Al descubrir que está embarazada y que el padre no quiere hacerse cargo de la criatura, deberá buscar ayuda para interrumpir el embarazo. En su lucha desesperada por conseguirlo se tropezará contra la hipocresía despiadada de la burguesía, con el machismo, la pobreza y las supercherías tradicionales.

El film ofrece principalmente una visión punzante de la clase alta argentina, mas en segundo plano, como telón de fondo, también construye una crítica a las repercusiones medioambientalales de la economía capitalista. En todo caso es un filme austero con pocas localizaciones, escaso diálogo y mucha improvisación, que con un ritmo pausado pero bien medido logra capturar al espectador desde el primer momento.

Saltando de película, un año más nos volvimos a encontrar con el director y actor francés Oliver Laxe, del que años atrás pudimos ver "Todos sois capitanes" (2010) y, en la edición anterior del Festival, como protagonista del filme de Ben Rivers "The sky trembles and the earth is afraid and the two eyes are not brothers" (2015). De nuevo, el joven realizador nos lleva a Marruecos con su producción "Mimosas", cuyo rodaje se pudo ver dentro del citado filme de Ben Rivers.

"Mimosas" es un camino espiritual alegórico que cuenta la historia de Ahmed, Saïd y Shakib, quienes intentan encontrar el camino a Sijilmasa a través del Atlas marroquí, donde tienen el encargo de dar sepultura al cuerpo de un maestro sufí. A través de un recorrido de imágenes metafóricas, Oliver Laxe realiza una especie de western asceta que nos dirige por el camino místico del sufismo. Un sendero quijotesco hacia el conocimiento y la purificación del alma, que se cocina a fuego lento con un ritmo laxo y contemplativo no apto para todos los públicos.

Muy destacable es el protagonismo de la imagen del paisaje del Atlas, que se armoniza con el ritmo sosegado del filme, convirtiéndolo en todo un símbolo metafórico. En definitiva, en su seguno largometraje como director, Oliver Laxe ha conseguido obrar una joya difícil de digerir pero, indudablemente, muy disfrutable. No en vano recibió el Gran Premio en la Semana de la Crítica de Cannes 2016.

Para acabar con la crónica, destacaremos por último una performance audiovisual que se encontraba dentro de la sección Paralelas Cine Expandido. Se trata de  la obra de Sophie Trudeau, Michaela Grill y Karl Lemieux. Una acción artística a tres bandas producida en directo, que investiga la interconexión entre lo analógico (16 mm) y lo digital, creando un collage de imágenes y sonidos improvisados. Los protagnistas fueron Sophie Trudeau, violinista del aclamado grupo musical "Godspeed You! Black Emperor", y los cineastas Michaela Grill y Karl Lemieux.

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