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Crónica l'Alternativa'14 - Parte 02

Crónica l'Alternativa'14 - Parte 02

Laura Comellas nos explica su paso por la reciente edición de este interesantísimo festival y con ello terminamos la cobertura que hizo Aved del mismo.

Por Laura Comellas

Como ya sabréis, hace unas semanas tuvo lugar la XXI edición del Festival de Cine Independiente de Barcelona, celebérrima efeméride de asistencia indispensable para los amantes del cine alternativo. Este año estuvo dedicado en gran parte al cine comprometido, con la presencia de títulos como por ejemplo “Remine, El Último Movimiento Obrero” de Marcos M. Merino o “Ciutat Morta” de Xavier Artigas y Xapo Ortega, que gozaron del gran aplauso del público. Fue tan alta la asistencia de algunas proyecciones que incluso se organizó un pase extra para la aclamada “Ciutat Morta”, no en vano recibió el Premio GAC Honorífico al Mejor Guión de Largometraje. A todo esto se le sumó la retrospectiva dedicada a la poética de Djibril Diop Mambéty, capaz de transportar el simbolismo europeísta de cineastas como Buñuel, Fellini o Truffaut a su Senegal natal, con fines sociales y de compromiso con su tierra.

No obstante,  no todo lo que se pudo ver este año en l’Alternativa fue de corte social.  Djibril Diop Mambéty compartió retrospectiva con la suiza Anne-Marie Miéville, ligada sentimental y profesionalmente con Jean-Luc Godard. La Filmoteca de Catalunya y el Instituto Francés dedicaron la semana a la revisión de su obra, sin duda toda una  oportunidad sin parangón. Así mismo, donde pudimos ver trabajos más experimentales y desligados del tono documentativo de esta edición fue en la sección de cortos. Así pues, además de repasar otras películas que vimos, en esta segunda parte de nuestra crónica nos dedicaremos principalmente a analizar los filmes que formaron parte de la sección Cortos III de la Sección Oficial de Cortometrajes. Además, dedicaremos especial atención al largometraje ganador del Festival: “Ben O Değilim” (Tayfun Pirselimoğlu), uno de los más estéticos e indudablemente una de las joyas más poderosas que pudimos disfrutar esa semana. Allá vamos.

Empezamos nuestro análisis con la Sección Oficial de Largometrajes. Dentro de ella, uno de los primeros filmes que vimos fue la alemana “Sauerbruch Hutton Architekten” (Sauerbruch Hutton Arquitectes) de Harun Farocki. En ella, el recientemente fallecido realizador dedica su obra póstuma a exponer el trabajo de una firma de arquitectos de Berlín mediante el seguimiento de los socios Matthias Sauerbruch y Louisa Hutton, pretendiendo reflejar lo que hay tras los bastidores del trabajo arquitectónico, poniendo en relieve que cualquier aparente nimiedad está estudiada al milímetro. Pero en realidad el cineasta dedica el tiempo a colocar la cámara tras los dos socios, exponiendo su día a día en una serie de planos cerrados que incomodan con el movimiento. Mas quizás la pega más grande sea su target, pues el público mínimamente iniciado en la arquitectura o diseño sentirá que el filme no aporta nada que no haya visto antes, pues el tema es tratado con bastante superficialidad: debido a lo hermético que supondría analizar el trabajo arquitectónico de un edificio, Harun Farocki cede espacio simplemente al diseño (el color de la fachada, unas sillas y unas manillas de unas ventanas) y al más que sobado conflicto entre el arquitecto y sus clientes. Sin embargo, el espectador que no haya tenido contacto alguno con la profesión, sentirá como estar frente a una obra pero con mucho más glamour y sin obreros piropeando. En definitiva, se le podrá extraer un “ah qué curioso” pero poco más, dado que realmente no se centra en nada. Lástima no saber el auténtico porqué del documental. Solo se nos ocurre el simple voyeurismo, mas este habría funcionado de igual manera poniendo cámaras a cualquier otro gremio.

Si nos cuestionamos el porqué de “Sauerbruch Hutton Architekten” algo parecido nos pasó con los auténticos motivos de “Go Forth” (Soufiane Adel) o, mejor dicho, “Go Drone”, pues parece la excusa perfecta para utilizar planos grabados con esta herramienta. Así pues, lo que puede ser interesante al principio, acaba molestando al utilizar ese recurso un número inimaginable de veces sin otro motivo que el de poseer un juguetito nuevo. En realidad, el filme es el testimonio de una abuela de 79 años que relata a su nieto episodios de su familia que emigró a París en los años cincuenta, explicándole de paso la difícil relación entre Argelia y Francia. No obstante hay poco espacio para el recuerdo y mucho exceso para el “found footage” mal entendido: el realizador incluye videos de archivo y videos caseros prestados que no guardan ninguna relación con el hilo argumental del documental y que por tanto no sirven más que de relleno. En definitiva, todo un despropósito grandilocuente (música de Wagner, Bach y María Calas) que enmarca episodios familiares en un periodo histórico desarrollado a pinceladas y en el que mezcla sin ton ni son temas como la independencia de Argelia, la emigración y la lucha del proletariado.  

Al contrario del anterior film, el realizador canario José A. Alayón, lográ un “menos es más” con su primer largometraje “Slimane”. La película versa sobre la relación de un grupo de jóvenes desarraigados magrebíes que sobreviven en Tenerife sin trabajo ni residencia estable. Slimane y Moha tienen una relación fraternal y pasan todo el tiempo juntos, desarrollando una picaresca que se asemeja a la del protagonista de la novela de Alfonso de Valdés. No obstante, la calma se ve truncada por un accidente que deja a Slimane desheredado y a solas con su sentimiento de culpabilidad. La vida no es fácil cuando estás en tierra extraña. La película, cuya influencia principal es el cine directo, tiene muchísimas cosas que merece la pena comentar. Lo primero de todo hay que mencionar el gran trabajo actoral de sus protagonistas, pese a que son totalmente amateurs (los actores fueron seleccionados de un centro de acogida de Tenerife). A pesar de que el diálogo es escaso, la actuación de sus protagonistas es digna de admiración y rebosa naturalidad. Tal como el propio director afirmó, su mayor objetivo era partir de las cosas cotidianas para buscar la naturalidad, aunque ello significase ir en contra del guión inicial. A este respecto, José A. Alayón nos explicó que desapareció el guión al conocer al actor principal, por lo que la cámara siempre cerrada se dedica a enfocar el cuerpo de su protagonista, que habla por él mismo. Fue un ejercicio de observación, confianza y adaptación que se tradujo en mucha improvisación y en lo que el director denominó “una peli entre amigos”. Del guión original solo quedó la estructura (limbo/accidente/culpa/destierro), pero el resultado fue un largometraje muy íntimo y natural, que dice poco pero que expresa muchas cosas. 

“Ben O Değilim” (Jo no soy él) de Tayfun Pirselimoğlu, recibió el merecido Premio a la Mejor Película de l’Alternativa, según el Jurado, por su “habilidad para combinar elementos de cine clásico y de contemporáneo; su estructura circular; las pinceladas de humor negro; y el juego de espejos que se establece entre los personajes”. Como se lee, una de las películas más complejas del Festival. Su argumento parte de la figura de un lavaplatos que tiene una relación con una compañera de trabajo, mujer que a su vez está casada con un delincuente que está en prisión cumpliendo condena. La historia de amor se va desarrollando lentamente a lo largo de dos horas, hasta que un accidente activa un juego de dobles muy inspirado en la película “Vértigo” de Alfred Hitchcock. A partir de ahí, empieza un inteligente juego en el que sus personajes se van desdoblando progresivamente, suplantando a otros. Como sucedía en el “El Doble” de Fiodor M. Dostoievski, el realizador turco pretende representar las frustraciones, los deseos e incluso los vicios de su protagonista. No podemos decir que sea una película de fácil digestión. Su metraje (124 minutos), su ritmo lento, su escaso diálogo y la preferencia por la cámara fija en planos que resultan más bien largos, son prueba de ello. Sin embargo, el filme es un delicioso ejercicio de estilismo, lleno de símbolos, que engancha a todo ser sensible. Destaca su sentido del humor, la simetría de sus encuadres y su poderosa fotografía; pero quizás lo más digno de mención sea su estructura en forma de anillo, que encierra temas tan profundos como el de la necesidad de ser amado y el de la propia identidad. Sencillamente sublime.

Vayamos al apartado “Cortos III” dentro de la Sección Oficial de Cortometrajes a competición. Pese a que encontramos auténticas joyas, ninguno de ellos resultó ganador, puesto que el Premio al Mejor Cortometraje se lo llevó el norteamericano “The Claustrum”, de Jay Rosenblatt, y el Premio del Público junto con una Mención Especial fue a parar a la divertidísima “Ser e voltar”, de Xacio Baño (España). Analicemos uno a uno los seis cortometrajes que se proyectaron.

El primero de ellos fue “La Vie De Chantier” (Vida en la obra) de Yann Pierre. Desde Francia nos llegó un trabajo metacinematográfico en el que se exponen las dificultades a las que se exponen los trabajadores de la construcción. Ser obrero es una faena dura y peligrosa, más aún si lo eres bajo unas condiciones laborales pésimas. Un relato que asimismo pone su punto de mira en cuestiones como sentirse extranjero, la emigración laboral, la clase obrera y los derechos laborales universales. Una mixtura entre ficción, entrevista y documental altamente recomendable.

Por su parte, “Broken Tongue” (Lengua Rota) de la estadounidense Mónica Savirón es un breve collage de imágenes, texturas y audios en el que se repite como un mantra “It all started when we were brought here as slaves from Africa”. Una oda a la experimentación y a la libertad no apta para todos aquellos que sufran de epilépsia.

Viajamos a Montenegro con “Intro” de Ivan Salatić. Un modesto cortometraje que relata la humilde vida del joven Andrej, que trabaja en un astillero para mantener a su familia. La cámara pone el foco de atención en los cuerpos de unos personajes que no dialogan entre sí para mostrarnos un estado de ánimo y una decisión.

Logró robarnos el corazón “Through The Hawthorn” (A través del arco) de Pia Borg, Anna Benner y Gemma Burditt. Se trata de una animación a seis manos, en la que tres directoras ilustran tres puntos de vista de una misma historia bajo las tres perspectivas de tres personajes diferentes. La historia se genera en la consulta de un psiquiatra que recibe la visita de una madre acompañada por su hijo, que sufre problemas de esquizofrenia. Todo un alucinógeno viaje a través de la locura del enfermo, que pone de manifiesto la forma en la que una enfermedad mental rompe una relación familiar. Original en el formato y llena de la sensibilidad que aporta esa visión femenina de las cosas. 

Contamos también  con la presencia de Miguel Aparicio, que presentó su cortometraje “Los Guardines”, una curiosa enumeración de los treinta y dos habitantes de un pueblo en ruinas por parte de la voz en off de un antiguo vecino de la población, quien recuerda al milímetro las familias que allí moraban y que, como el pueblo, han muerto. Un corto que juega con la imagen de un espacio deshabitado, pedragoso y casi fantasmagórico, junto a la voz del recuerdo de un mundo que ha desaparecido. 

Por último, pudimos ver la poética y bella “Epistrofi stin odo Aiolou / Επιστροφή στην οδό Αιόλου” (De vuelta a la Calle Aeolus) de la griega Maria Kourkouta. Una obra de videoarte en el que se realiza un collage de poemas e imágenes de antiguas películas griegas en slow motion, y en el que se hace una llamada al retorno hacia los orígenes.

La Sección Oficial quedó complementada con multitud de actividades paralelas, mesas redondas, masterclasses, talleres y proyecciones para todos los públicos. Asimismo siempre es un regalo disfrutar de las proyecciones que la Sección Paralelas nos prepara. Cómo mencionamos con anterioridad, el Festival dedicó la edición a Anne-Marie Miéville y al Senegalés Djibril Diop Mambéty, que inauguró el festival con “Touki Bouki”. 

Entre otras, de la primera pudimos ver “Nombre: Carmen”, que dirigió junto a Jean-Luc Godard basándose en la “Carmen” de Bizet; el femenino “Mon Cher Sujet” (Mi tema favorito) o  el filosófico y hermético “Nous Sommes Tous Encore Ici” (Todavía estamos aquí). 

Del segundo, empezamos con “Touki Bouki”, un simbólico viaje de una pareja de ladrones en busca de un lugar mejor, lleno de guiños al cine francés y al neorrealismo italiano que destaca por el buen hacer de su montaje. Suyas fueron también las proyecciones de “Hyènes” y “La Pequeña Vendedora del Sol”, un mediometraje lleno de buenas vibraciones sobre el espíritu de superación de los más desfavoricidos, así como el papel de la mujer en África. Ádemás, su retrospectiva quedó con un bonito broche de oro de la mano de la sobrina del cineasta, Mati Diop, quien con su “Mille Soleils” (Mil soles) recupera a los protagonistas de “Touki Bouki” en una película en la que cuesta diferenciar los límites entre la realidad y la ficción.

Otro de los trabajos que se proyectaron dentro de la Sección Paralelas fue el brillante “Dean Stanton: Partly Fiction” de Sophie Huber, un interesantísimo documental en blanco y negro en el que se hace un recorrido de la trayectoria del protagonista de la mítica “París, Texas” de Wim Wenders a través de entrevistas, canciones e imágenes de su filmografía.

Otro gran acierto fue la suiza “Vaters Garten - Die Liebe Meiner Eltern” (El jardín del padre. El amor de mis padres) de Peter Liechti, en el que se narra con gran sentido del humor y por medio de unas marionetas la relación del realizador con su familia, concretamente con su severo padre. 

Por último, volvemos a mencionar dos de los filmes más aclamados del festival, pese a no formar parte de la sección oficial a competición. Solo buenas palabras tenemos para “Remine, El Último Movimiento Obrero”, del periodista y realizador Marcos M. Merino. Un poderoso documental que expone las protestas acaecidas en el sector minero asturiano a causa de los recortes del Gobierno. Una huelga de 4.000 mineros que dio la vuelta al mundo y que ahora se vive en primera persona gracias a la convivencia del realizador con los manifestantes. Emotivo y toda una oda al proletariado.

Acabamos con la mención a “CIUTAT MORTA” de Xavier Artigas y Xapo Ortega, un impresionante documental que ha ido recorriendo el mapa de festival en festival  cosechando premios y que ha ido adquiriendo fama pese a los problemas que ha tenido para abrirse eco en los medios de comunicación. Tal ha sido el éxito que finalmente TV3 ha accedido a incorporar en su parrilla el documental. Será en enero de 2015. Sin duda, el boca a boca funciona y prueba de ello fue que  se agotasen las entradas a los diez minutos de ponerse a la venta. Previsión de lo que se venía encima ya hubo, pues se cambió la proyección del Auditorio al Teatro del CCCB, con mucha más capacidad. Finalmente, la Organización optó por añadir un pase extra el último día del Festival. La película es un emotivo documental en el que se exponen los hechos sucedidos en junio del 2006, cuando una carga policial en el centro de Barcelona acabó con la muerte de un policía y la detención y posterior puesta en prisión cinco jóvenes, dos de ellos sin haber participado en los disturbios. “Ciutat Morta” es la historia sobre la corrupción del sistema policial, judicial y político de una ciudad que tapa las torturas y la discriminación a golpe de porra.

Por nuestra parte solo queda despedirnos hasta el año que viene de la que viene siendo una cita obligatoria que disfrutamos de principio a fin.


Os recordamos el Palmarés del Festival:

-Premio al Mejor Largometraje: “Ben O Değilim”, de Tayfun Pirselimoğlu (Turquía / Grecia / Francia).
-Mención Especial: “Brûle la mer”, de Nathalie Nambot y Maki Berchache (Francia).

Sección Oficial Cortometrajes

-Premio al Mejor Cortometraje: “The Claustrum”, de Jay Rosenblatt (Estados Unidos).
-Mención Especial: “Ser e voltar”, de Xacio Baño (España).
-Premio del Público al Mejor Cortometraje: “Ser e Voltar”, de Xacio Baño (España). 

Sección Panorama

-Premio GAC Honorífico al Mejor Guión de Largometraje: “Ciutat Morta”, de Xavi Artigas y Xapo Ortega (España).
-Premio GAC Honorífico al Mejor Guión de Cortometraje: “Escolta”, de Pablo García Pérez de Lara (España).
-Premio Panorama Rencontres Cinématographiques de Cerbère-Portbou: “Salóme”, de Yrsa Roca Fannberg (Islandia / España / Suecia).

Críticas y reseñas