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Cryptshow - 2ª sesión

Cryptshow - 2ª sesión

Repaso a la segunda sesión virtual del Cryptshow 2020

Por GatoNegro 

La segunda sesión ha seguido una ondulación centrada en lo cómico, pero equilibrada con breves espacios sobrios, cosa que nos ha permitido descansar mentalmente y enaltecer el brío del humor (o el intento en ello).

Como introducción, se presenta “Doddle” (A. F. Madison), un cortometraje sutil, conmovedor, pero que no da mucho más para hablar (al menos en lo personal). Se mantiene en una línea recta en cuanto a lo sensorial, pese a la ligera curva que ejerce el motivo de la trama.

A continuación, “Two bodies on a beach” de Anna Paavilainen, nos muestra algo… Absurdo. Una suerte de trabajo experimental cuyas intenciones no veo bien claras (si haylas). La propuesta inicial, con los cambios de escenario, es interesante, pero termina desvirtuándose. Nos da indicios de profundizar en ciertas perspectivas sociales, pero se queda en la superficie. Es como si tuviera un objetivo, pero no termina de alcanzarlo. Quizás se trató de forma demasiado apurada. Por otro lado, no puedo ignorar el hecho de que me chirría, aunque no se trata el tema de forma directa, la sátira (intencionada o no) hacia las trabajadoras sexuales. Siendo yo parte del sector, me ha molestado un poco.

“Unholy ‘Mole”, de David Bornstein, inicia transmitiéndonos rabia hacia el personaje del marido. En su breve absurdez, tiene puntos divertidos, pero en general me ha parecido que busca más ser desagradable (y lo consigue).

Tras ella, “You don’t know me” nos regala algo más lineal, más ligero, algo para ver sin mas rompederos de cabeza. Es amena, audaz, con una actuación dentro de la actuación maravillosa y un final irónico interesante, que aunque no terminemos de conocer lo que haya sucedido en realidad, nos deja en general un sabor agradable.

El quinto cortometraje nos envuelve en un ambiente más íntimo. Se trata de “They salivate”. La trama es suave y fluida. Creo que en parte buscaba ser desagradable, incluso grotesca (y posiblemente para algunos les haya resultado así), pero a mí me ha parecido evocadoramente erótica. Va terminando de forma lenta, encantadora, como un caramelo deshaciéndose en la boca, combinando elementos poéticos con una muestra de lo que podríamos categorizar como una pincelada de danza contemporánea, para dar lugar a continuación a una última escena que le da el toque justo conmovedor.

La última obra de esta sesión es “Overkill”, un thriller con pretensión de parodia a “Viernes 13”. Al principio busca la controversia en todos los temas que encuentre (por medio de comentarios de los protagonistas), satirizando el recurso clásico de fomentar rabia en el espectador contra las joviales víctimas. El transcurso se vuelve un tanto monótono. Tiene carácter, puntos graciosos… Pero no me ha dado para más.

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