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Crónica del viernes

Carlos Hidalgo Castro

Crónica del viernes

El tercer día de Cryptshow empezó con uno de los platos fuertes, la que ha sido para mí la mejor película que he visto, la obra de terror coral "VHS 2".

En ella, cinco directores firman cuatro segmentos independientes, siendo el quinto el hilo argumental que une cada uno de ellos y da un poco de coherencia al filme. Al igual que su predecesora, "VHS 2" no es únicamente original en su forma, sino también en su contenido, en donde destaca la gran variedad de cámaras que se utilizan y en el inmenso abanico de posibilidades que estos nuevos formatos ofrecen: cámaras ocultas, teléfonos móviles, mini-cámaras especializadas para deportes de aventura, planos subjetivos aterradores y de secuencias grabadas por animales.

Sin duda un nuevo y diferente punto de vista que resulta excitante a la vez que aterrador. Además, la diversidad de estilos entre los segmentos hacen que en algo más de una hora pases de reir, a tener miedo, sintiendo también la angustia, asombro y emoción. Sin duda es una obra imprescindible para todos los amantes del cine de terror y vaticino que en un par de años será pieza clave para una nueva hornada de películas.

En ella encontraremos los siguientes segmentos:

- "Tape 46". El prólogo. Con referencias a la anterior película, presenta de una manera inteligente lo que veremos y hace que sea algo más que cuatro cortometrajes independientes.

- "Phase I. Clinical Trials". El segmento de mejor calidad técnica, sin duda, pero también quizá el más convencional. Es la historia de un joven al que le insertan un ojo artificial después de un accidente. Ciertas interferencias en el funcionamiento de la prótesis lo harán ver cosas paranormales. Destaca por el pulido uso del jump cut y por ser el segmento con mayor contenido sexual.

- "A Ride in the Park". De un paseo en bicicleta por el parque a una carnicería zombie. Desternillante.

- "Safe Haven". Gore indonesio. Lo que empieza como un reportaje de investigación en la iglesia de una secta suicida se convertirá rápidamente en una agónica lucha por sobrevivir a cierta criatura sobrenatural. La más original de las cuatro historia, la más impactante. Litros y litros de terror.

- "Slumber Party Alien Abduction". El menos espectacular, el más americano. No consigue conectar demasiado con el espectador ya que muestra al monstruo demasiado explícitamente y… es cutre. Destaca el magistral uso de los focos y la curiosa crítica a la falta de privacidad de los adolescentes en internet.

Como decía, "VHS 2" dejó el listón muy alto, siendo un sabroso aperitivo para los cortos que vendrían a continuación. Para ello, la organización del festival contó con la participación de dos jóvenes directores cuyos proyectos estarían compitiendo en los siguientes minutos, el londinense Bryn Chainey y el catalán Jon Kieb.

Lo primero que vimos fue "Skom", un cortometraje francés acerca de la fantasía de los cómics y los niños. Totalmente obviable, falla en todos sus apartados excepto en la dirección de fotografía. Pasó realmente desapercibido.

Por su parte, "Moritz and the woodwose" fue la gran revelación del festival, dejando a las claras que Bryn Chainey, de 27 años, tiene un futuro más que prometedor en el mundo del cine fantástico. Una historia sobre un par de niños y en donde la diálisis sirve como pretexto para desarrollar, siempre con exquisito lenguaje narrativo, una fábula sobre la madurez repleta de meticulosos detalles. Un drama humano, con gran presencia de la naturaleza y con imágenes dignas del mejor de los documentales sobre los bosques alemanes. Sobresaliente pese a que quizá en Cryptshow no acabe de encajar en cuanto a su temática.

Tambien vimos "Mocking Death", un corto de humor francés que trata sobre como burlar a la muerte. Aceptable, no destaca por su originalidad ni por su calidad técnica, pues recuerda a tantos otros cortometrajes franceses del mismo estilo y con el mismo planteamiento.

De la ESCAC vimos "Hogar, Hogar", un drama postapocalíptico sobre una pareja que sovrevive en un búnker. Goza y adolece de lo que hace tiempo que es denominador común en todos los proyectos que salen de esta escuela: una calidad técnica e interpretativa sobresaliente para un guión pobre y una narración pésima. La falta absoluta de una coherente estructura narrativa la convierten en una obra que no funciona.

Los organizadores del Fantosfreak trajeron "La Sed Animal", una más que aceptable propuesta de terror y suspense. Poco pretenciosa, honesta y muy meditada. No nos descubre nada nuevo pero sí que consigue crear una historiaque luce gracias a un guión muy trabajado. Tengan bolígrafo y papel a mano e intenten encontrar todos los palíndromos.

Más arriesgada resultó "The Last Ten", una propuesta de cine mudo en donde un único plano secuencia estático sirve a un ritmo narrativo intencionadamente lento. Quizás por ello pareció no gustar en la sala, por mucho que ofrezca una profunda calidad audiovisual en lo que es un experimento creativo a modo de ejercicio de estilo. Además su uso de las luces resulta magistral, en donde su geografía sugerida debería estudiarse en las escuelas de cine como ejemplo de lo que el formato posibilita.

Como adelantaba antes, Jon Kieb presentó "Te quiero demasiado", dirigida cuando este tenía solo dieciséis años. Aun con infinidad de carencias narrativas, técnicas e interpretativas, tampoco creo que se le deba pedir más, pues a nivel de intenciones tiene su interés y además destaca su uso de los golps de sonido. Ahora toca esperar para ver hasta donde llega con sus nuevos proyectos.

Después de la sesión llegó el turno de la reflexión: la primera votación del día para el público. El ganador de este round fue "Moritz and the woodwose".

Tras la pausa de rigor volvimos con una propuesta ambiciosa, la griega "The Case Of Mary Ford", una obra que empieza como un film de época tenebroso y bien logrado que acaba por convertirse en una historia insulsa sobre vampiros de mar. Su poca acción y poco suspense hacen de esta una cinta confusa y mal llevada. Una lástima, pues su estética inicial recuerda en algo a la novísima serie "Penny Dreadful".

Después de esta proyección se empezaron a poner las cosas serias con el cortometraje de animación "La Bête", en donde se combina a la perfección la animación tradicional con la rotoscopia de la danza contemporánea. Su uso de la música y la danza para narrar una historia de amor entre una bestia y una mujer resulta extrañamente bello y, si bien no es para todos los públicos, para cualquier amante del baile será un deleite. Pura poesía y sin duda uno de los títulos de mayor nivel de todo el festival.

Sin abandonar Francia pasamos a "Je ne suis pas Samuel Krohm", una reinterpretación de Lovecraft que combina gran cantidad de elementos interesantes y un planteamiento muy prometedor pero que se derrumba en los minutos finales, dejándonos con la sensación de acabar de ver un producto de segunda. Una pena.

Por su parte, "La Hierba del Diablo" es tan corta que te deja dudando sobre si se han dejado la mitad del guión por hacer, siendo una historia de terror en menos de 30 segundos que no funciona.

Acabamos la ronda con "Sequence", de Carles Torrens, quien ha cruzado el charco para realizar esta maravilla de thriller. Sorprendente tanto en la narración como en la estética, como dirá el fallo del jurado días después: "ha conseguido dejar en la retina de todos los espectadores una imagen imborrable". Un cortometraje que juega en otro nivel y que precisamente por eso ganó sobradamente pasar esta eliminatoria.

¿Y si os digo que nadie en el público podía reír más me creeríais? Cuando una competición pasa de informal a ser una reunión de viejos amigos amantes de los cortometrajes (a cada cual más bizarro e hilarante) sabes que estás en la parte más divertida de Cryptshow: la batalla de programadores.

En esta ocasión, enfrentados estuvieron Rafa Dengrá de Fantosfreak (Cerdanyola) y Alex Blasco de Fascurt (Masnou). Rompiendo la racha de tres años seguidos llevándose la victoria, Rafa Dengrá cedió el testigo a Alex Blasco, que desde el sorteo inicial provocó sonoras carcajadas con “Episodio 7”, el mockumentary sobre la vida de Chewbacca. Nada pudo hacer el programador de Fantosfreak, ni siquiera con sus armas secretas: “En Tierra Peligrosa 3” con  Chuck Morris enfrentándose a Stiven Sigal por una factura de Iberdrola o un Hitler etíope alienígena en “Chigger Ale”. Así pues, merecida victoria para Fascurt.

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