crítica

La Matanza de Texas 2004

La Matanza de Texas 2004

Director

Marcus Nispel

Intérpretes

Jessica Biel, Jonathan Tucker, Erica Leerhsen

País

USA

Género

Terror

Por Javier Rueda

Que el cine de mainstream americano actual está tan falto de ideas como para permitirse la licencia de hacer remakes, secuelas y adaptaciones de seriales a dojo es algo que seguramente nadie pondrá en duda a estas alturas.
Otro tema que seguramente levantará más ampollas es el debate sobre la conveniencia o no de estas tretas comerciales, destinadas a recaudar dinero a costa de plagiar una idea que, en el menor de los casos, ya se usó una década atrás para el mismo fin.
Aún así, menos mal que, aunque poco dado a suceder, exista un método para eludir estas riñas..; y es que siempre resulta gratificante para todos ver que de vez en cuando alguno de estos intentos revisitacionistas consiguen ofrecer algo que, sin dejar de adaptar el relato a los nuevos tiempos, consiga hacerse entretenido y hasta recomendable sin faltarle al respecto a la querida obra original.

La matanza de Texas, remake del film homónimo de Tobe Hooper, narra a efectos prácticos los mismos hechos que acaecieron en aquélla; los recordáis?
A saber, en plenos años setenta, un grupo de jóvenes que viajan a través de Texas, esta vez para ir a Méjico, recogen en su camino a una autoestopista ensangrentada que tiene algo que decir sobre las extrañas tradiciones de la zona. En particular, en esta versión dice haber sido atacada, junto a su familia y la noche anterior, por una panda de salvajes que habitan cerca allí....

A partir de ahí, lo esperado, el horror se destapa en forma de hombre con máscara de cuero, de vocación matarife, que mata su tiempo libre persiguiendo y descuartizando a todo el que se le pone a tiro, aunque esta vez con añadidos interesantes como el mayor ahondamiento en el comportamiento de las otras gentes de la zona y con otros, a la postre innecesarios e ideados como coartada de la necesidad de este remake, como la explicación freudiana de la curiosa afición por matar de Leatherface o esa nueva introducción de la historia, en un intento claro de conseguir el tono de documental en 16mm del original, en la que se cuentan los hechos a través de unas cintas encontradas en la casa donde vivía tan unida familia, estructura claramente deudora de films como Canibal Holocaust o la más reciente The Blairwitch project.
Las máximas diferencias respecto del original las encontramos en la recta final del relato, pues aquí es donde más se nota lo lejano que queda ya el estreno de la obra maestra de Hooper, tiempo durante el cual el género ha sufrido una importante evolución que ha acabado imponiendo al film que nos ocupa el hecho de que, pese a lo imponente de nuestro amigo, la protagonista (Jessica Biel) acabe plantándole cara en las situaciones más comprometidas, todo sea por añadir un poco más de acción de cara a la galería...

Dejando de lado las comparaciones de las que consigue salir sorprendentemente bien, y aun cuando se haya perdido la carga de denuncia social al ubicar la historia en el pasado, huelga decir que en los aspectos básicos del género consigue obtener unas muy buenas notas, ya que tanto en su charcutería como en la tensión transmitida consigue altas cotas de eficiencia. Así, en el primer apartado nos encontramos con una muy de agradecer vuelta al gore más realista y puro, cuya única pega radica en que quizás enseña demasiado en sus primeros compases para luego mostrarse más comedido en las siguientes muertes.

Sobre lo segundo, y siendo responsable de ello el director, decir que Marcus Nispel consigue realizar una narración que, pese a que tarda en arrancar, alcanza momentos de gran intensidad como la escena de la cabaña o el tramo final en el matadero.
Además, las pocas escenas de desarrollo de trama, y a excepción del citado comienzo que además concentra la mayoría de clichés heredados del cine de terror actual, consiguen dar un matiz insano y perturbador que sabe apoyarse muy bien en la espléndida labor hecha en la dirección artística; con espacios claustrofóbicos y quejumbrosos, donde proliferan los recovecos oscuros y la falta de orientación, y en donde todo está infectado en tonos oxidados y/o amarronados.

Sobre las actuaciones, todos sabemos que este tipo de películas no suelen ser propicias para asistir a recitales en este campo, sobretodo ahora que las scream queens se acunan con tanta facilidad, aunque no sería justo acabar sin reseñar que el reparto está muy bien escogido tanto es los perfiles de los personajes como en la solvencia con que los interpretan, además de que Leatherface está muy trabajado en sus movimientos para ser más dinámico aun siendo fiel al original.

En resumen, un remake que hará las delicias de las nuevas audiencias, huérfanas de films de género como los de la época de la original, y que será tomado como un digno homenaje por todos aquellos que amen la genial película de Hooper.

articulos

Críticas y reseñas

  • House of the Dead

    dir: Uwe Boll

    reseña
  • El Amanecer de los Muertos

    dir: Zack Snyder

    reseña
  • La Matanza de Texas 2004

    dir: Marcus Nispel

    crítica
  • Romasanta

    dir: Paco Plaza

    crítica
  • La casa de los 1.000 cadáveres

    dir: Rob Zombie

    crítica
  • Juon 2: The Grudge

    dir: Shimizu

    reseña