crítica

Canary

Canary

Director

Akihiko Shiota

Intérpretes

Hoshi Ishida, Mitsuki Tanimura, Hidetoshi Nishijima

País

Japón

Género

Drama

Por Annia Garcia


Canary (Kanaria en versión original): película japonesa, valiente, crítica y grave.
Akihiko Shiota es el guionista y director de la película, que aborda un tema que se mantiene en la línea de su propia cinematografía y del panorama que le envuelve.

Canary explica el periplo de un joven de 12 años, ex miembro de la secta Nirvana, en busca de su hermana, que está bajo la custodia de su abuelo. El viaje de Koichi empieza cuando se escapa del centro de desintoxicación en el que se encuentra. Por el camino, se nos presentan pinceladas (sin frivolidad, pero sin una excesiva profundidad) del Japón actual. El personaje más destacado después de Koichi es la joven amiga del fugitivo, Yuki, de la misma edad. Lo que les diferencia es que ella se mueve en el mundo material mientras Koichi sigue aferrado a la experiencia espiritual.



La película es valiente porque conecta con la realidad: el hecho inspirador de la película, que no se esconde, es el ataque con gas Sarin que el grupo religioso Aum Shinrikyo perpetró en el metro de Tokio en 1995. Shiota aprovecha lo apocalíptico de la noticia no para valorar o juzgar en concreto a las sectas, sino para proponer la experiencia concreta de la infancia frente a la violencia de la secta y frente a la violencia del mundo exterior. Si los protagonistas son niños (aunque en el umbral de la adolescencia) no es para huir de los juicios directos.

Valiente, por supuesto, es un adjetivo colocado desde occidente, porque Canary no es la primera película japonesa que aborda el tema de las sectas pseudo-terroristas (Distance, de Kore-eda; A y A2, documentales de Mori) ni el primer trabajo de Shiota en el que se toma a los niños como protagonistas (Don’t look back, de 1999).

El film es crítico, aunque es preciso llegar al final de la película para descubrir qué nos quiere decir el director. El desarrollo de la película es casi costumbrista y hay pocos golpes de efecto. No hacen falta porque la violencia está presente, de manera implícita, en toda la película: empieza en el silencio y el rostro impasible (suponemos que pretendidamente) del protagonista, y se hace evidente en algunas de las escenas que muestran la vida en la comunidad de Nirvana.

La reflexión (como tal, en bandeja) llega en los últimos minutos y es contundente, porque surge de la evolución de los personajes, no ha estado ahí siempre. Y viene a denunciar el desamparo de la infancia, que es el mismo desamparo de los adultos. Además, es hermosa, porque visualmente entra de puntillas y con acierto en lo simbólico.

Puede que en Canary haya también elementos hiperbólicos: niños en exceso adultos, adultos en exceso perversos. Pero para valorar el realismo de la película, habrá que coger un avión.

Críticas y reseñas

  • Brothers (We)

    dir: Nianping Zeng

    crítica
  • Canary

    dir: Akihiko Shiota

    crítica
  • Chased by Dreams

    dir: Buddhadev Dasgupta

    crítica
  • Electric Shadows

    dir: Xiao Jiang

    crítica
  • Josee, the Tiger and the Fish

    dir: Isshin Inudou

    crítica
  • Mind Game

    dir: Masaaki Yuasa

    crítica
  • Peacock

    dir: Changwei Gu

    crítica
  • The President's Last Bang

    dir: Sang-soo Im

    crítica