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Crónica Terrormolins III: viernes de clausura

Crónica Terrormolins III: viernes de clausura

Crónica dedicada a dar detalle de todo lo que aconteció durante la jornada del viernes, día que albergó la gala de clausura.

Por Laura Comellas

El viernes 16 de noviembre se vivió uno de los platos fuertes de la pasada edición del Festival del Cine de Terror de Molins de Rei. Pues no solo pudimos disfrutar de peliculones de lo más disfrutables, sino que pudimos contar con la presencia del actor Jack Taylor. Todo un icono de lo fantástico, conocido por haber estado al mando de directores tales como Jesús Franco, John Milius, Ridley Scott, Roman Polanski, Vicente Aranda o Milos Forman entre muchos otros; y haber sido compañero de reparto de Christopher Lee, Herbert Lom, Victoria Abril, Paul Naschy, Klaus Kinsky, Iciar Bollain, Johnny Depp, Patty Shepard o Ray Milland, por ejemplo.

El estadounidense nos honró con su presencia y su irónico sentido del humor para recoger el Premio Honorífico por su carrera en las artes cinematográficas. Asímismo, se proyectó el cortometraje "Jack Taylor, testigo fantástico", del realizador Diego López. Un trabaja de corte documental, en el que se hace un repaso de la obra del veterano actor.

Por si fuera poco, esa noche pudimos ver tres películas mayúsculas. La primera de ellas fue "Carrie". Si el leitmotiv del Festival era Brian de Palma, no era más que esperable poder ver en pantalla grande una de sus mayores y míticas producciones. Nada que decir ante tal obra de arte de suspense y terror psicológico, adaptación de la novela homónima de Stephen King. Fue un auténtico placer poder revisarla y comprobar que su visionado sigue impactando y alucinando como el día del estreno, allá en 1976.

Las siguientes dos películas supieron muy bien estar a la altura. Tras su paso por el Festival de Sitges, les teníamos muchas ganas a la inglesa "Lords of Chaos" (Jonas Åkerlund) y a la estadonidense "Mandy" (Panos Cosmatos). Valió la pena la espera porque hicieron de la jornada del viernes, todo un espectáculo.

Empezamos analizando "Lords of Chaos", de Jonas Åkerlund. La película, es una coproducción entre Suecia y el Reino Unido, basada en una historia real rodada con un tono tragicómico pero con elementos del cine de terror. El filme cuenta con las actuaciones de Sky Ferreira, Emory Cohen, y un grandioso Rory Culkin, que da vida al guitarrista de la banda pionera de black metal Mayhem, Øystein Aarseth, más conocido como Euronymous.

Jonas Åkerlund se centra en la figura del joven Euronymous, para relatar uno de los grandes mitos de la historia del metal noruego. Pues, a pesar de los muchos claroscuros que existen sobre lo que sucedió en realidad, la oscura historia de los Mayhem, incluye black metal, satanismo, quema de iglesias, suicidios y asesinatos a sangre fría.

La historia real ofrece unos buenos cimientos que propician lo macabro. Empezando por el suicidio de uno de sus cantantes, Per Yngve Ohlin, conocido por el sobrenombre Dead, considerado por el sello discográfico Roadrunner Records como The Greatest Metal Front-Men of All Time. Habitual en el imaginario de todos sus fans es la foto del cuerpo del vocalista tras cortarse venas, cuello y pegarse un tiro, que Euronymous hizo y que sirvió como portada del álbum en vivo Dawn of the Black Hearts. Por si no fuera poco, la historia incluye la figura del multiinstrumentista Varg Vikernes (Kristian Vikernes), integrante de los Mayhem, que acabó 16 años en prisión a causa del asesinato de Euronymous en 1993.

Dicho lo dicho, está claro que el realizador Jonas Åkerlund tuvo buena base para elaborar el guión de su película. No obstante, lejos de enfocarse en el morbo, rebaja el tono con buenas dosis de humor, no sin olvidarse del transfondo dramático. El filme no heroíza ni hace un relato exhibicionista de los personajes, todo lo contrario, bajo un prisma naturalista, hace un retrato psicológico de los personajes, que inicia en un tono fresco pero que se va torciendo con el tiempo hasta convertirse en algo turbulento y opresivo. Y lo hace jugando con elementos propios del terror y del drama. Pero sin grandes peripecias.

Asimismo, pone su cámara en el nacimiento de un nuevo género musical, plasmando lo que fue una generación, su filosofía y haciendo una panorámica de la industria musical, sin olvidarse de la mítica tienda de discos de Euronymous Helvete, lugar de peregrinación metalera, y de su discográfica Deathlike Silence Productions.

Por último, remarcable es el trabajo de Rory Culkin, no en vano su interpretación le hizo valedor del Premio al Mejor Actor del TerrorMolins. Una película áltamente recomendable, seas fan o no del metal.

Acabaremos hablando de la apoteósica "Mandy", de Panos Cosmatos, un apabullante escándalo de excentricidades, que sin duda alguna, hicieron las delicias de todo espectador. Una maravillosa oda al giallo y al terror fantástico, con tintes que recuerdan a "Only God Forgives", de Nicolas Winding Refn, e incluso a Carpenter y al mismísmo David Lynch. Todo ello aderezado con no pocos barnices Madmaxianos de George Miller.

Grotescamente grabada, con una fotografía granulada y con colores chillones que van del verde al rojo, Mandy es una historia de venganza, en la que el máximo protagonista es Nicolas Cage, histriónico y gigante en el mejor sentido de la palabra. Cage, interpreta a Red, un leñador que vive en una casa alejada del mundo con su mujer Mandy (Andrea Riseborough). Un día esta se cruza con el líder de una secta que se obsesiona de tal forma, que decide ir a su casa y poseerla. Para esos fines, recibirá la ayuda de unos monstruosos motoristas que, junto con sus secuaces, raptarán a la joven. Red hará honor a su nombre y jurará vengana manchando de rojo el celuloide a lo largo de todo el metraje. Y lo hará equipado de las más aberrantes armas, desde una sierra eléctrica, hasta un hacha. Porque se consigue hacer que cualquier exceso sea digerible. A Cosmatos le dan igual los agujeros, o la inverosimilitud, y la verdad es que a nosotros también. Ya sea por la imagen, por la poderosa banda sonora a cargo de Jóhann Jóhannsson (La teoría del todo, 2014), o porque Nicolas Cage se apodera por completo de la película, el resultado es abrumador y de lo más disfrutable.

Cosmatos logra en la autoparodia, el pacto tácito entre él y el público en el que todo vale.  Y es que, a pesar de que la trama es lo que es, en esta ocasión la forma lo justifica todo, salvando las debilidades del fondo.

Eso fue todo. La jornada del viernes acabó por todo lo alto. Quedaba el plato fuerte: La maratón de 12 horas del sábado. De ello hablaremos en nuestra próxima crónica.

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