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Crónica Terrormolins I: 1er fin de semana

Crónica Terrormolins I: 1er fin de semana

Repasamos los primeros tres días de esta nueva edición del festival de cine de Terror de Molins de Rei

Por Laura Comellas

El pasado viernes 9 de noviembre tuvo lugar la inauguración de la 37ª edición del festival de cine TerrorMolins, siguiendo la tónica de los últimos años, con gran éxito de asistencia y un aforo prácticamente completo. Así se dio pié una prometedora edición que se estrenó con la premiere española de la película “Cutterhead”, dirigida por Rasmus Kloster Bro, en una gala que empezó recordando a los que nos han dejado este año y que antes del mencionado film nos permitió ver el cortometraje "Menú", dirigido por Carlos Bigorra y ganador del premio Blogos de Oro al Mejor Cortometraje de Terror.

 “Cutterhead” es una original película de supervivencia extrema, capaz de hacer que la audiencia se sienta atrapada hasta el punto de generarle sensación de ahogo en determinados momentos. En ella, acompañamos a Rie en su visita a la obra del metro de Copenhague, pues es la encargada de la promoción de lo que parece todo un ejemplo de intercooperación europea. Buscando buenas historias que lo ilustres, la fatalidad le acechará en forma de un accidente que le obliga a compartir supervivencia junto a dos trabajadores, en una pequeña estancia estanca y con poca reserva de oxígeno...

Debido a lo singular de su plantamiento, destaca especialmente su apartado técnico, con un trabajo de cámara muy físico y un diseño de sonido muy interesante en su uso de los sonidos graves para transmitir sensación de opresión. Ambos consiguen hacer vibrante y muy sensorial una narración que podría haberse ahogado fácilmente en la repetición y la poca diversidad de situaciones. Destaca también el espléndido trabajo actoral, especialmente el de Christine Sønderris, cuyo personaje despliega un complejo arco emocional que nos hace empatizar con ella tanto como repudiarla. Y es que en esto último está uno de loas aciertos de esta obra, puesto que nos obliga como audiencia a valorar moralmente a todos los personajes, incluida la protagonista, en su bajada a los infiernos de la supervivencia, ese lugar donde afloran lo más bajos instintos, muchas veces de manera irracional. Con ello, hace un interesante retrato de la condición humana, tratando también la lucha de clases, e incluso proponiendo una poco sutil -y a la postre excesivamente simple- metáfora sobre el criticable traron que dispensa la liga centro-norte Europea al resto del mundo; fallida porque la película acaba apostando más por el género que por la reflexión, también porque la situación es tan extrema que que puede excusar fácilmente las actitudes que en ella vemos, por irracionales. Mas en todo caso, ahí estan esos apuntes y, mejor o peor puestos, añaden interés e intenciones a una obra que en manos de cualquier otro artista habria sido un simple ejercicio de género.



Al día siguiente vino uno de los platos fuertes de cada edición del festival. Y no nos referimos al scape room que el festival ha creado en torno a la película "Carrie" (1976) de Brian DePalma, sino a la jornada dedicada al concurso internacional de cortometrajes a competición, que optan entre otros al prestigioso premio Méliès d'Argent. A continuación os reseñamos todos ellos:

Uno de nuestros cortometrajes favoritos fue "La Noria", del español Carlos Baena. Un espectacular trabajo de animación 3D, en el que se cuenta la triste historia de un niño que tiene que luchar contra los monstruos de la muerte de su padre, con tal de lograr superar la tristeza de su fallecimiento. Lo hará intentando construir la antigua noria de mecano con la que anteriormente habían jugado juntos. En colaboración con un equipo internacional de artistas, Baena se adentra en el género de terror para relatar los sentimientos de soledad, miedo y desamparo infantil de una manera espectacular, combinandolos con mucho cariño, sentimiento, horror y suspense. Destacable es su historia y su tratamiento, así como su realismo y sus efectos especiales. Una producción que nos dejó con la boca abierta.

Desde Nueva Zelanda nos llegó "Cold Fish", del realizador David Hay, un título que alude al término con que se describe una personalidad fría y carente de empatía, como la de cualquier tiburón, no poco frecuente precisamente en los mares neozelandeses. Este cortometraje es un bello trabajo, excelente a nivel interpretativo, que aprovecha algunos elementos provenientes del terror para narrar un drama introspectivo. Su austeridad, tanto en interpretaciones como en diálogo y esceneografía, permite desgranar el interior de sus personajes mediante la alusión y la metáfora, mostrándonos sus intenciones y logrando que  un simple gesto nos pueda helar la sangre.

Por su parte, la inglesa "Baghead" de Alberto Corredor es un modesto cortometraje de muy buena ambientación, que basa su secreto en un giro argumental que puede tener cierta gracia pero que, a nuestro parecer, resulta un tanto sexista y no muy novedoso. La historia gira alrededor de un hombre desolado por la pérdida de su pareja, algo que le lleva a visitar a una medium para que le permita dar respuestas a las incógnitas acerca de su muerte. Y hasta aquí se puede leer, puesto que Baghead no es más que un efecto sorpresa envuelto en una aceptable dirección. Nada más.

Del realizador canadiense Olivier Labonté Lemoyne pudimos ver "Déjà Vu", un cortometraje con tintes lynchianos en el que una joven experimenta extaños sucesos mientras le cuenta a un amigo una pesadilla recurrente. Durante el relato, una extraña sensación de déjà vu hará que no sepa distiguir entre sueño y realidad. Onírica, críptica y sin grandes sustos, logra dejarnos tan atónitos como a su protagonista.

"The Girl in the Snow", de Dennis Ledergerber, vino para contarnos los que haceres diarios de un artista de foley. En un primer momento podríamos decir que no es otra cosa que un retrato maravilloso del trabajo de esos artistas del sonido, algo parecido a lo que pudimos ver en "Berberian Sound Studio" (2012; Peter Strickland). No obstante, a medida que el cortometraje avanza, la película va juntando las piezas del puzle y se convierte en una historia de lo más terrorífica.

La española Carlota Pereda nos ofrece "Piggy (La cerdita)", uno de los 15 cortos preseleccionados para competir en la categoría de mejor cortometraje de ficción en los Premios Goya 2019. En ella, una joven con problemas de obesidad es el foco de las burlas de tres compañeras de clase, haciéndole la vida imposible. Tras el robo de su ropa mientras se bañaba en una piscina, la vuelta a casa marcará la vida (y la muerte) de las jóvenes. Sin duda hay buenas intenciones, y no podemos decir que esté mal rodada ni producida, pero nos da la sensación de que la cámara está más interesada en escudriñar el cuerpo de la joven protagonista que en apostar por generar una atmósfera más propicia para el terror. 

Por su parte, la rusa "Spoiler", de Evgeny Kolyadintsev, es un pequeño cortometraje en el que una joven encuentra unos bocetos debajo de su puerta. Se desconoce el autor de ellos ni los motivos ocultos que se esconden tras ellos. Pero nada bueno acecha a la muchacha y resultará difícil escapar de tu destino.

Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Eso debió pensar el surcoreano Sur Kyubin Lee a la hora de hacer "Green light, red light", un corto de un minuto de duración en el que un grupo de niñas juegan al un, dos, tres, pica pared. Un argumento que no da para mucho, en una obra realizada sin grandes alardes y con unos efectos de lo más caseros.

"Insidia" es otra aportación española, dirigida por el talentoso realizador Paco Ruiz. Una obra magníficamente dirigida que gira alrededor de dos hermanos que, tras escapar de la ira de los lugareños de una aldea de los Pirineos, se adentran en las montañas para iniciar un viaje sin retorno. Una especie de Caín y Abel situado a finales del siglo XXI, con tintes demoníacos, en el que destaca una poderosa fotografía. Un trabajo excelente, que cuenta con la participación de Albert Baró y Pau Poch (serie Merlí), y que resulta solamente ensombrecido por algunas de sus interpretaciones secundarias. Pese a eso, es destacable la atmósfera conseguida, que nos remite a films como "El Renacido" (2015, Alejandro González Iñárritu) o "La bruja" (2015, Robert Eggers). Un cortometraje que bien podría tener una continuidad a modo de largo, algo que celebraríamos con entusiasmo.

El australiano Joshua Long presentó "Post Mortem Mary", una historia de terror que versa sobre los quehaceres diarios de una madre y su hija como fotógrafas post-mortem en la Australia de 1840. En uno de sus trabajos la niña quedará sola y tendrá que afrontarlo por su cuenta. El cortometraje tiene algo del cortometraje "Alma" (2009, Rodrigo Blaas), pero con un tono más victoriano y oscuro, en un intento, según el propio director, de acercarse al cine de Dario Argento y Lucio Fulci.

Por su parte, "Laboratory Conditions" es una producción americana dirigida por Jocelyn Stamat y protagonizada nada más y nada menos por Marisa Tomei, Minnie Driver y Paulo Costanzo. En él, una doctora movida por la desaparición de pacientes en su hospital, descubre un departamento secreto en el que se hacen experimento no del todo legales. Los motivos: la búsqueda de la existencia del alma. El trabajo de Stamat resulta en un cortometraje muy bien producido, que bien podría extenderse en largometraje, dado que el estudio de los personajes que aparecen nos invita a querer saber más sobre ellos. No es que sea una historia muy novedosa, pero podría funcionar bien en la gran pantalla.

También pudimos ver "Hay Algo en la Oscuridad" del canario Fran Casanova, en donde se narran los miedos infantiles de Verónica, una niña de 6 años que intenta enfrentarse a su miedo a la oscuridad. Pero esta noche tal vez no sea su imaginación lo que dibuje algo en la oscuridad. Destacable es el nivel técnico de la obra, el buen tratamiento de lo fantástico y la interpretación de la joven niña.

Por su parte, la inglesa "The Crone", de Attila M. Csak, lo dice todo en el título. Pese al spoiler que implica su nombre, el cortometraje logra captar la atención de principio a fin en un in crescendo tenso que no deja más que mal cuerpo. Elegante, dramática y con algo de poesía, esta obra relata la historia de un muchacho que, huyendo de unos matones, encuentra cobijo en casa de una solitaria anciana.

Finalmente, mencionaremos brevemente otros títulos que se pudieron ver, tales como la americana "Goodbye Old Friend" (USA, Rafael De Leon Jr.), en la que una muchacha se ve asediada por su amigo imaginario de la infancia; "Vonnis" (Bélgica, Walt Bladt), la historia de un granjero que debe enfrentarse a los fantasmas del pasado; "La proeza" (España, Isaac Berrocal), un excelente trabajo en el que trata temas tales como la brujería, el aborto en la España de los 70 y el satanismo, un corto que se describe como una mezcla entre "Los Santos Inocentes" y "La Bruja"; la americana "The Son, the Father", dirigida por Lukas Hassel, una historia que bien podría estar incluida en la serie "Inside No.9", una historia de terror familiar que se producirá el día del cumpleaños de un joven chico y que marcará para siempre la vida de los protagonistas; la breve producción americana "100% Organic" de Yoann Luis, mezcla de gore  y humor negro para hablar de los entresijos de la comida orgánica; "Dawn of Man" de Victor Ridaura, una historia de suspense que gira sobre el vampirismo y la unidad familiar; la australiana "Here There Be Monsters" de Drew Macdonald, que auna conceptualmente los monstruos y el bullying; "Meat" de Josef Bates, una historia sobre ser la oveja negra en una familia vegana. la Mexicana "Nadie" de JB Minerva, una espectacular producción bien parecida a "The Night Eats the World" en cuanto a tratamiento de la soledad postapocalíptica; y por último, la finlandesa "Helsinki Mansplaining Massacre" de Ilja Rautsi, una mezcla de terror y comedia con tintes de giallo en donde una joven lidiará con machirulos a fin de meterles en la cabeza algo más que un discurso feminista.

Llegó el domingo y con el no pocas sorpresas: proyecciones infantiles, sesiones gratuitas, juegos de mesa... También el estreno mundial del largometraje "‘Anunnaki: Los caídos del cielo", terror indie catalán dirigido por Joan Frank Charansonnet y Rubén Vilchez. En ella, dos jóvenes muchachas se verán sumergidas en una auténtica guerra de poder entre dos clanes extraterrestres que se establecieron en Sumeria hace más de 5.000 años. Dos familias reptilianas que se alimentan del sufrimiento humano y de su sangre, adaptados físicamente a nuestro aspecto para pasar completamente desapercibidos. Una ambiciosa producción, hecha con mucho entusiasmo y poco dinero.

Destacanos también del domingo la proyección de la célebre "Vestida para matar" (1980), la primera de las proyecciones retrospectivas que hace el festival en torno a su homenaje al director estadounidense Brian de Palma, así como la ya clásica colaboración con el festival Nits de Cinema Oriental de Vic, comandado por el sinpar Quim Crusellas y su aguerrido equipo, que en esta ocasión trajo un "catalan cut" de la película india "BCN Knockout!" (2013), dirigida Puri Jagannadh y rodada en una Barcelona en la que parece haber de todo, incluidos ninjas asesinos e imposibles peleas. Ver para creer.

Otras películas que se pudieron ver el domingo fueron el documental "El pionero", de Luis Esquinas Chanes, en torno a la figura y obra de nuestro querido investigador y parapsicólogo Sebastià D'Arbó; así como "Amateur", el debut de Sebastián Perillo con una thriller a lo DePalma, con erotismo, sangrientos asesinatos y voyeurismo.

Aunque el primer fin de semana del festival ya ha pasado, aún queda por vivir toda una semana repleta del mejor cine de género, acompañado de presentaciones, mesas redondas, duelos de festivales, fiestas... toda una serie de actividades que harán las delicias de todos los amantes del terror. Nosotros os lo iremos explicando detalladamente en la serie de crónicas que iremos publicando. En breve publicaremos la segunda, centrada en los largometrajes que podamos ver durante la semana.

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